Contacto en Francia: la historia sobre la supuesta prohibición de los transgénicos en Europa

«Si los transgénicos son tan buenos ¿por qué están prohibidos en Europa?»

Esta pregunta me la han formulado en muchas ocasiones. Más aún, la supuesta prohibición europea a los cultivos transgénicos ha sido usada como argumento para dudar de la bioseguridad de los cultivos transgénicos. Después de todo, si los europeos los prohíben ¿no deberíamos hacerlo también nosotros? En primer lugar, el hecho que los europeos hagan algo no quiere decir que sea lo correcto. Eso es una falacia de autoridad. Lo que realmente es materia de análisis y deberíamos considerar es la (supuesta) evidencia científica que los europeos han obtenido para (supuestamente) prohibir el cultivo de transgénicos.

En segundo lugar, una aclaración esencial. Los cultivos transgénicos NO están prohibidos en Europa.

1. Legislación europea para los organismos transgénicos. Los organismos transgénicos son autorizados en la Unión Europea en base a un análisis caso a caso. Las empresas que quieran solicitar autorización de un nuevo cultivo transgénico para su consumo, ya sea humano o animal, deben enviar una solicitud bajo la regulación de la Comunidad Europea N° 1829/2003 o bien bajo la directiva para la liberación deliberada de organismos transgénicos al ambiente 2001/18/EC (término técnico para «cultivo al aire libre»). En ambos casos los estados miembros juegan un papel importante, ya que llevan a cabo el análisis de riesgo inicial para el cultivo transgénico. En este link pueden encontrar más información sobre los procedimientos de autorización.

2. ¿Se cultivan plantas transgénicas en Europa? Sí. Hay un tipo de maíz transgénico –MON 810– que se cultiva de manera comercial en la Unión Europea. Este maíz ha sido modificado para proteger al cultivo contra una peste muy dañina –el taladro del maíz, un insecto de la familia de los lepidópteros– y fue autorizado en 1998. Según los últimos datos disponibles (2012) el maíz MON810 fue cultivado en España (116.306 hectáreas, similar a la producción de maíz convencional en Chile), Portugal (9.278 hectáreas), República Checa (3.052 hectáreas), Rumania (217 hectáreas) y República Eslovaca (189 hectáreas). Representa el 1,35% de las 9,5 millones de hectáreas de maíz cultivadas en la Unión Europea y el 0,23% de las 55 millones de hectáreas de maíz transgénico cultivado en el mundo.

El año 2010 se aprobó el cultivo y uso industrial de una papa transgénica (Amflora), pero esa papa se dejó de cultivar en la UE el 2011.

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Campo experimental del maíz MON810 (izquierda) comparado con la variedad convencional (derecha) que muestra los síntomas del ataque del taladro del maíz. Agradecimientos a José Miguel Mulet (@jmmulet) por la imagen , tomada desde su blog

3. ¿Hay países europeos que hayan prohibido el cultivo del maíz MON810? Sí. Ocho estados miembros de la UE –Austria, Bulgaria, Grecia, Alemania, Hungría, Italia, Luxemburgo y Polonia– han adoptado salvaguardas para prohibir el cultivo del maíz MON810 en sus territorios. Francia fue el primer país en establecer una salvaguarda para prohibir su cultivo, pero en Agosto de 2013 fue anulada por el Consejo de Estado –Conseil d’ État, la máxima autoridad judicial del país– por no estar respaldada por la evidencia científica. Todas las cláusulas de salvaguarda para prohibir el cultivo del maíz MON810 han sido declaradas como científicamente infundadas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

4. ¿Se consumen alimentos transgénicos en Europa? Sí. Es importante recalcar que las prohibiciones son sólo para el cultivo del maíz MON810 y sólo en estos ocho países. Sin embargo, todos los países de la UE importan y consumen alimentos transgénicos. En este momento hay 51 tipos de organismos genéticamente modificados autorizados para consumo humano o animal. Estos han sido autorizados por la UE luego de que se ha demostrado la ausencia de riesgo para la salud (humana y animal) y el medioambiente, siguiendo las normas de evaluación de riesgo establecidas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

5. Entonces ¿Por qué se prohibió el maíz MON810 en algunos países? En febrero de 2008, Nicolas Sarkozy –que había sido recientemente elegido presidente de Francia– suspendió formalmente el cultivo del maíz MON810 sobre la base de supuestos datos sobre los posibles impactos ambientales negativos de este maíz, datos contenidos en un informe llamado “Medidas de Emergencia” y que fue enviado a la Comisión Europea. Estos impactos ambientales hipotéticos han sido rechazados por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. En efecto, la EFSA recomendó el año 2009 renovar la aprobación del maíz MON810 para el cultivo, debido a que no existe evidencia científica para respaldar la prohibición. Posteriormente se supo que el informe del gobierno francés fue elaborado por un panel de 35 expertos en el que solo 15 eran científicos; 12 de ellos rechazaron la interpretación del gobierno francés, recalcando que su informe no decía en ninguna parte que existían “serias dudas” y tampoco calificaron a la evidencia nueva como “negativa”.

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Portada de Le Figaro de febrero del 2009, cuando el gobierno francés ratificó su decisión de prohibir el cultivo de maíz MON810. Imagen gentileza de Gonzalo Pardo (@gpardoh)

La decisión del gobierno Francés fue claramente bio-política y está relacionada con un acuerdo con los grupos ambientalistas para que estos no criticaran el programa de energía nuclear de Francia, un hecho reconocido por el Primer Ministro francés en 2008, François Fillon. Esta acción fue de gran relevancia, ya que la prohibición francesa estimuló al gobierno alemán a seguir un camino similar. En abril de 2009, los legisladores alemanes suspendieron formalmente el cultivo del maíz MON810 citando supuestos datos nuevos en relación con los posibles impactos ambientales negativos. Posteriormente, estas afirmaciones fueron rechazadas por tanto una publicación científica como por el Comité Central Alemán sobre Seguridad Biológica (ZKBS). Al igual que el documento de Medidas de Emergencia francés, el documento alemán omitió a la Agencia Oficial Nacional de Bioseguridad.

En Francia, la prohibición del cultivo del maíz MON810 en 2008 fue declarada ilegal en noviembre de 2011 por el Consejo de Estado, tras las deliberaciones de la Corte Europea de Justicia. Sin embargo, a pesar de los fallos adversos en los tribunales tanto franceses como europeos, la entonces Ministra de Ecología, Nathalie Kosciusko-Morizet, decidió inmediatamente dictar una prolongación de la prohibición del cultivo del maíz MON810. Su Ministerio fue el que originó un nuevo documento que contenía la (en teoría) nueva evidencia científica que sugería que el maíz MON810 poseía riesgos ambientales. Esta nueva evidencia no habría sido examinada previamente por el panel de la EFSA sobre transgénicos y, por lo tanto, no habría sido informada a la Comisión Europea.

La invocación de riesgos ambientales supuestamente ignorados por la autoridad científica competente (EFSA) tiene profundas implicaciones. Si cualquiera de estas afirmaciones es cierta, significa que el sistema de evaluación de riesgos europeo es defectuoso, por no haberlos identificado. Sin embrago, si son falsas, significa que muchos gobiernos europeos –incluyendo  al francés– han tratando de prohibir el cultivo del maíz MON810 inventando acusaciones deliberadamente engañosas en cuanto a los riesgos ambientales.

En junio de 2013, tres investigadores publicaron en la revista Nature Biotechnology un análisis crítico que compara, punto a punto, el documento elaborado por el Ministerio de Ecología francés con los documentos científicos que el mismo informe cita. La primera parte presenta la opinión de la EFSA de la siguiente manera:

«A diferencia de sus conclusiones anteriores sobre el maíz Bt11 o el MON810, la EFSA destaca [ … ] la existencia de riesgos medioambientales vinculados al cultivo de estas variedades”.

Sin embargo, eso es incorrecto y lo que el documento de la EFSA dice en realidad es:

“El Panel de organismos transgénicos de la EFSA concluye que, sin perjuicio de las medidas adecuadas de gestión de riesgos, el maíz Bt11 y MON810 no plantean problemas de seguridad adicionales para el medio ambiente en comparación con el maíz convencional”.

La conclusión del análisis crítico del documento elaborado por  el gobierno francés y que fue publicado en Nature Biotechnology dice, textualmente: “El informe del gobierno francés no solo no contiene ninguna nueva evidencia científica que sugiera riesgo ambiental, sino que también distorsiona, cita incorrectamente e interpreta falsamente los informes científicos originales, incluidos los del panel de la EFSA sobre organismos genéticamente modificados”. 

De esta forma, es falsa la aseveración que dice que en Europa no se cultivan (o consumen) transgénicos. Por otro lado, los gobiernos que han decidido prohibir el cultivo del maíz MON810 lo han hecho tergiversando la información científica disponible respecto a los riesgos ambientales. Al menos en el caso francés, esto es parte de un acuerdo con grupos ambientalistas para no incluir en el debate ecológico nacional el tema de la energía nuclear, muy importante en términos estratégicos en Francia. Finalmente, es importante recalcar que nunca se ha puesto en duda la inocuidad alimentaria de los transgénicos en Europa, incluso entre aquellos países que han establecido salvaguardas al maíz MON810 por los motivos aquí expuestos (es decir, supuesto riesgo para el ambiente).